El pasado 9 de diciembre de 2024, el aventurero español Antonio de la Rosa emprendió una de las expediciones más extremas de su carrera: un recorrido en solitario de 1.200 km desde la Bahía Hércules hasta el Polo Sur Geográfico. Tras 39 días de lucha contra las condiciones más adversas, alcanzó su objetivo el 17 de enero de 2025, consolidando su lugar entre los exploradores más resistentes del mundo.
Un reto titánico en la Antártida
Desde el primer día, Antonio tuvo que arrastrar un trineo de 70 kg cargado con provisiones y equipo de supervivencia, enfrentando un ascenso inicial de más de 1.000 metros de desnivel. La travesía estuvo marcada por tormentas de viento a más de 50 km/h, temperaturas extremas de hasta -45°C y una acumulación inusual de nieve, lo que le obligó a abrir huella constantemente con sus esquís.
Uno de los momentos más críticos ocurrió cuando la ceguera de las nieves le obligó a detenerse durante tres días en su tienda para recuperarse. Además, el terreno plagado de sastruguis –formaciones de nieve dura que pueden superar el metro de altura– dificultó su avance diario.
Las condiciones extremas obligaron a otros expedicionarios a abandonar la travesía, incluidos la escaladora noruega Kristin Harila y su compatriota Akteigland, quienes tuvieron que ser evacuados. Sin embargo, Antonio resistió, logrando una media de 30 km diarios y jornadas de hasta 13 horas de marcha.
Una vida de aventuras extremas
Este logro no es el primero para Antonio de la Rosa, quien ha completado expediciones en solitario por cuatro océanos, ha recorrido Alaska, el lago Baikal y Laponia con esquís y lideró uno de los equipos más exitosos de raids de aventura en los años 90 y 2000.
Su éxito en la Antártida es una muestra de su espíritu incansable y de su pasión por los desafíos extremos. En SPS, celebramos su hazaña y seguimos inspirándonos en aquellos que, como Antonio, superan los límites y conquistan lo imposible.
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