Stand up paddle en Maldivas

06/04/2023

CoCo Adventures nos manda este texto de su experiencia en Maldivas con nuestra tabla de paddle surf Explorer:

Maldivas es uno de esos destinos que suenan a paraíso y lo es. Como gran amante del mar que soy ese lugar me ha llegado muy adentro por su gran riqueza y reserva natural. Estar allí era como estar en un sueño, con el típico columpio en el medio del agua turquesa, unas playas blancas y finas como la seda, cocoteros fuertes y altos que nos proponían el mas delicioso zumo natural. Pero por si no era suficiente solo estar en el paraíso tuve la gran suerte de alojarme en unas de esas casas pilares que están como flotando en el agua. Que lujo! Una cama con una enorme ventana con el agua directamente a pie de mi casa. Estuve flotando en un paraíso dejando mis ojos contemplar todo lo que nuestra tierra tenia que ofrecernos. Vaya regalazo! Tortugas, mantas, rayas, tiburones, mas de 50 especies de peces que la verdad no los había visto antes y todos formábamos un conjunto. Éra una mas entre ellos. ¡Pude bucear con centenares de tiburones, nadar alrededor de toda la isla topándome con todo tipo de fauna marina era un sin parar como si metieras la cabeza en un acuario a lo bestia!

Pero todo estaba ahí, era su espacio, su elemento y me dejaron ser parte de esa magia marina. Era relajante, lejos de todo, de la contaminación de las ciudades solo había agua alrededor mía y algunos atoles que se podían distinguir en el horizonte. Algunos barcos antiguos y tradicionales de madera venían cada día a descargar comida o material para sobrevivir en un resort de lujo pero a mi el lujo no me interesaba para nada solo quería el mar y la isla.

Perdieron mi tabla hinchable y estuve algo molesta porque mi ilusión de remar toda la zona se me acorto. Al final conseguí una tabla de las dos que tengo y pude disfrutar los 3 últimos días remando y si ya era extraordinario solo nadando, buceando, descansando y paseando imaginarse mi felicidad al poder hacer todo eso encima de mi tabla.

Me levante, desayune del bufet todas esas frutas tropicales tan deliciosas y mi tabla estaba ahí en las escaleras de la casa flotante esperándome para echar el día juntitas!No pensé que esa felicidad podía escalar a un nivel aun mas alto y a la vez que remaba y avanzaba lo que había debajo de mi tabla era lo mas bonito para mi en ese momento. No había nadie, era yo, y ella con todo su tesoro acuático. Me detuve centenares de veces porque todo me fascinaba no quería perderme ni un cm de toda esa vida que estaba desfilando debajo de mi. Me paraba, anclaba a lo que podía para que la corriente no me llevara y ahí me quedaba 10, 20 hasta 30min mirando embobada los peces, los corales, las algas y seguía mi camino a otro punto.

No hubo un día que no estuviera en el agua y aunque los dos últimos días se puso el mar mas revuelto eso no me importaba hasta pude surfear en un mini spot que encontré para mi sola porque yo era la única persona con una tabla todo el mundo estaba tumbado en la arena todo el santo día achicharrándose como decimos en mi Andalucía. Yo no había venido tan lejos para estar tumbada en la arena sino para remar y vivir!

 

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